viernes, 31 de octubre de 2014

31 DE OCTUBRE CAPITALISMO MONSTRUOSO

por: Jimmy Ortiz


La noche del 31 de octubre, eta noche que viene "halloween" o "fiesta de todos los santos" que conocemos hoy, se dice que comenzó hace cerca de 4000 años en Irlanda como un festival de cosecha de los celtas, conocida como Nos Galan-gaeaf o de Samhain (el señor de los muertos), noche de los periodos de invierno ya que el año celta se dividía en dos estaciones, la de invierno y la de verano. 

La palabra "halloween" es la forma moderna inglesa del antiguo "all-hallows evening" o "la tarde o noche de todos los santos". Esta tradición llegó a los Estados Unidos con los primeros colonos ingleses, y desde allí se ha cambiado su tradición, acomodándose a una visión comercial y satanica.

Creando una costumbre de "travesura o regalo"  anteriormente establecida por los druidas célticos, que cuando llegaban a una casa demandaban un niño o una virgen para sus sacrificios a Samhain (éste era el regalo), pues creían que sólo el fruto del cuerpo podía ofrecerse por los pecados del alma. A cambio de lo que recibían, dejaban una calabaza con ojos en la que encendían una vela hecha de grasa humana para evitar que los demonios mataran a los moradores esa noche. Cuando alguien no podía satisfacer la demanda de los druidas, le hacían la "travesura" y le pintaban un símbolo en el frente de la casa y aquella noche los demonios mataban a alguien en aquella casa. 

Todo esto era la antigua tradición de los druidas célticos quienes eran los monjes de los celtas y ejercían algunos otros trabajos como el de custodios de la ciencia, adivinos y jueces. Ahora en la actualidad, aunque la tradición ha sufrido unos cambios y se le han agregado nombres como el de la "fiesta de todos los santos" para que tenga una aceptación popular y en la que se fomenta la aceptación al culto de la muerte mediante una tradición popular como algo bueno y divertido, la verdad es que detrás de esta aparentemente inofensiva fiesta se ocultan tremendos rituales espantosos sádicos y satánicos en los que se siguen sacrificando niños y vírgenes en rituales satánicos.


Esta manera de ridiculizar algo sagrado como los difuntos, o al igual de beneficiar económicamente a los grandes centros comerciales e industriales, esta dando base a que por ese desconocimiento de la realidad, dejemos nuestros hijos, niños y niñas en riesgo de caer en una secta satánica, no dejemos que nuestros niños caigan en esas sectas que ya caimos los mayores, la peor secta  que debemos caer, es esa secta del imperialismo, que nos arrincona cada vez mas hacia un capitalismo monstruoso.

martes, 28 de octubre de 2014

FRANCISCA RODRIGUEZ EN EL ENCUENTRO MUNDIAL DE MOVIMIENTOS POPULARES



































TOMADO: PAGINA WEBDE LA VIA CAMPESINA

Roma, 27-29 octubre 2014
Saludamos y celebramos esta oportunidad de diálogo por la inclusión social entre los movimientos populares, el Pontificio Consejo Justicia y Paz, el Papa Francisco y los Obispos aquí presentes. Esperamos contribuir y cooperar en pos de hacer realidad en todo momento y lugar  los principios de dignidad de la persona humana, del bien común y de la solidaridad.
Las y los campesinos del mundo somos pueblos, comunidades, organizaciones y familias altamente diversas. Representamos distintas culturas, visiones de mundo, formas de trabajo, visiones y convicciones políticas y religiosas, pero nos unen nuestros sueños y nuestras luchas por seguir siendo mujeres y hombres del campo y por seguir existiendo como pueblos originarios, agricultores, criadores, recolectores, pastores, pescadores.
Nos enorgullecemos de ser lo que somos, no queremos migrar forzadamente a las ciudades o al extranjero. Queremos seguir cumpliendo nuestro papel fundamental: alimentar a la humanidad con nuestro trabajo, nuestros saberes y nuestros bienes naturales,  asegurando que el derecho a la alimentación se cumpla para todos y todas sin excepción, y que la Madre Tierra sea cuidada mientras de ella obtenemos el sustento. 


En este caminar y batallar, reconocemos  la influencia de la Iglesia Católica y los esfuerzos de sectores importantes de ella  por acompañar a los sectores populares.

Somos la inmensa mayoría de quienes trabajamos y vivimos en el campo y casi la mitad de toda la humanidad, pero accedemos a menos de un cuarto de toda la tierra, luego de siglos de despojo creciente y violento. Con la poca tierra que aún logramos mantener, producimos la mayor parte de los alimentos en el mundo.
Sin embargo, la concentración de la tierra en manos de los capitales y la especulación  continúa, aumentando su violencia en la medida que resistimos.
Este despojo y  acaparamiento de la tierra y los territorios, el agua, los recursos naturales y hasta el aire,  han sido las consecuencias del avance sin freno del capital sobre el campo y sobre los trabajadores rurales. Los Estados y Organismos Internacionales, incluso las propias Iglesias, han ido cediendo a las presiones y  aceptando que se les despoje de sus poderes, deberes y funciones de proteger y defender el bien común.
Estamos así atrapados en un mundo dominado por el capital y las lógicas de mercado. La expansión del agronegocio y los monocultivos, el uso cada vez mayor de los agrotóxicos, la explotación del trabajo, la eliminación alarmante de fuentes de trabajo, la concentración cada vez mayor de los mercados y el secuestro de la ciencia y la tecnología para ponerla al servicio del capital, son  procesos que se impulsan desde las esferas del poder como una realidad incuestionable.
Las consecuencias son claras. A la contaminación y el deterioro de nuestro entorno, se suma el aumento de la desigualdad y el número de personas hambrientas, obesas y enfermas. El agronegocio no busca alimentarnos, sino aumentar sus ganancias. Las enfermedades son parte importante de su negocio: las mismas transnacionales que nos enferman nos venden luego los fármacos que no nos curan, pero nos mantienen funcionando.
Los problemas que sufrimos en el campo tienen un impacto fuerte en la ciudad. La migración deteriora la vida de todos, la pérdida de los valores y la  cultura. El abandono de nuestros sistemas alimentarios nos va enfermando y quitando el sentido de comunidad. La inseguridad laboral y de fuentes de ingreso se combinan con  el endeudamiento y el consumismo, lo que  va rompiendo lazos de solidaridad y reciprocidad, despojándonos de la conciencia social. Aumenta la violencia doméstica e institucional, vemos cómo la droga se abre paso mientras las autoridades se niegan a ver a los verdaderos traficantes y criminalizan a la población. El respeto a los derechos sociales y económicos se ha transformado en asistencialismo, con políticas y programas que sólo buscan compensar algunos impactos, pero no nos permiten avanzar en una senda liberadora.


Queremos enfatizar que no dejamos la tierra de manera voluntaria. La mayoría de nosotros y nosotras  recurrimos a diversos trabajos y generamos múltiples estrategias de sobrevivencia por mantenernos en la tierra. Esa tenacidad es lo que las autoridades llaman la “multifuncionalidad”  o nos señalan como trabajadoras “polivalentes”, como si fuera un titulo importante o algo deseado. 



Las verdaderas causas  que nos obligan a emigrar y dejar la tierra están en  la falta de adecuadas políticas agrarias y  de programas  acordes con las necesidades de la agricultura campesina y de nuestras prácticas productivas para la alimentación de los pueblos. 



Todo esto  contrasta con el apoyo amplio de la mayoría de los gobiernos y los organismos internacionales al gran capital, permitiendo el estrangulamiento económico, el arrinconamiento físico, el abuso cada vez mayor por parte de las grandes empresas que van despojando de los derechos laborales a las y los trabajadores y conformando nuevos enclaves de trabajo esclavo.



A eso se suman  las trabas cada vez mayores que nos van imponiendo para comercializar nuestra producción de manera justa, el no reconocimiento de nuestros derechos sobre la tierra, el agua,  los bosques,  el desprecio de nuestros conocimientos y  culturas,   en fin, el despojo de nuestra propia identidad. 



Es extremadamente grave el ataque que hoy sufren nuestras semillas.  Hace ya más de doce años que levantamos una campaña mundial por su defensa, por defender  nuestras prácticas  milenarias de cuidarlas, mejorarlas, cultivarlas e intercambiarlas. Son prácticas que  con el paso de los siglos se han constituido en derechos fundamentales y sagrados los pueblos indígenas, y para los hombres y mujeres del campo. 



Este ataque,  dirigido por las mayores transnacionales del mundo, encabezadas por Monsanto, es  apoyado o avalado por la mayoría de los gobiernos y organismos internacionales que sucumben ante sus presiones y amenazas.  



Estamos en un momento crítico, en que necesitamos juntar fuerzas con los más amplios sectores para que nuestra resistencia logre evitar que las leyes conviertan en un crimen nuestras prácticas de cuidado e intercambio que hicieron posible la creación y expansión de la agricultura.



La ciencia al servicio del capital no solo  pone en peligro nuestras semillas y cultivos, también la vida de la Madre Tierra. La ingeniería genética en sus muchas formas y los organismos transgénicos son un ataque a la sacralidad de la vida por parte de empresas que juegan a ser dioses con el único fin de maximizar sus ganancias y dominar el mundo. 



Bajo falsas promesas de mayor productividad, a pesar que las pruebas indican lo contrario, las empresas con la ayuda de muchos gobiernos están imponiendo los organismos y cultivos transgénicos, que contaminan nuestros suelos, nuestros cultivos, nuestros alimentos y nuestros cuerpos.



Mientras resistimos, conservando y cuidando nuestras propias semillas, las transnacionales de los agronegocios presionan a los gobiernos del mundo para que acepten las semillas Termineitor, semillas desnaturalizadas que no pueden vivir si no reciben sustancias químicas que nos venderán las mismas empresas. 



También hay complicidad entre empresas y muchos gobiernos cuando buscan imponer como solución la mal llamada agricultura climáticamente inteligente, que profundiza la destrucción ambiental, aumenta la concentración y control de las transnacionales, y agrava los ataques a nuestra autonomía y todos los procesos que nos expulsan de la tierra.



La ciencia ha sido censurada para que no investigue seriamente y de verdad los efectos de los transgénicos a corto y largo plazo. Así, las y los científicos honestos no puedan dar la voz de alarma sobre lo que efectivamente está ocurriendo. 



Visto de esta manera nos atrevemos afirmar que estamos frente a un proceso de destrucción masiva de las distintas formas de vida -incluida la nuestra-  donde no se permite que la ciencia real  haga su trabajo de ir descubriendo lo que ocurre y alertando al respecto.



Las comunidades y las familias rurales que tienen la desgracia de quedar encerradas en un mar de cultivos transgénicos sufren graves daños en su salud con tasas alarmantes de cáncer, abortos espontáneos en las trabajadoras  y  nacimientos de niños con deformaciones congénitas, condenados  a morir. 



Las intoxicaciones masivas conllevan pérdidas de vida y no sólo de la vida humana. También nuestros animales se afectan, las aves  se enferman y mueren  por los agrotóxicos, la tierra y las  fuentes de agua son agotadas o contaminadas. Lo cierto es que, por sobre todo, los cultivos transgénicos producen hambre y pobreza, ya que nos expulsan y su fin primordial es producir materias primas industriales, no alimentar a las personas.



Nuestras tierras y territorios así como nuestros bosques y nuestras  aguas están siendo arrasadas igualmente por la minería y los mega-proyectos



En muchos países sufrimos las consecuencias de  las guerras declaradas y no declaradas por las fuerzas armadas regulares, los paramilitares o los narcotraficantes, cuyo fin es oprimirnos, mantener la industria bélica  y otros negocios de los grandes capitales. Para esto, criminalizan nuestras luchas y cada día sufrimos la muerte, encarcelamiento y el montaje de juicios contra las y los dirigentes líderes y  militantes. 



Las situaciones son graves, alarmantes e indignantes, como por ejemplo en Afganistán, África Occidental, Colombia, Guatemala Honduras, Kurdistán, Paraguay, México,  Palestina, Siria, Sudán, sólo por nombrar algunos de los casos más dramáticos y serios.  



A pesar de todo lo señalado,  seguimos resistiendo aferradas y aferrados a la tierra  para mantenernos en el campo y defender su función social,  que es  “Alimentar a los pueblos.” 



Estamos acá,  amigos y compañeras y compañeros,  porque entendemos que ésta es una lucha difícil y de largo aliento. Somos hombres y mujeres organizados. Somos parte de la Vía Campesina, un movimiento amplio, con presencia mundial donde defendemos el derecho y el sueño a seguir siendo campesinos y pueblos del campo, donde luchamos por el buen vivir de todas y todos. Somos un movimiento que ha logrado elaborar propuestas de vida, trabajo y convivencia digna entre todos y todas. 



Cuando los gobiernos dijeron que  garantizar  la seguridad alimentaria se basaba en generar la  capacidad para adquirirla, tuvimos la convicción y la sabiduría de afirmar que la alimentación no podía convertirse en un negocio por ser un derecho humano fundamental. Entonces  proclamamos  la Soberanía Alimentaria,  como un derecho  fundamental  de los pueblos a definir, desarrollar y mantener   la agricultura campesina y sus sistemas de alimentación. 



La fuerza y justeza de nuestro planteamiento  radica en que junto a un gran número de otros movimientos y redes sociales, fuimos llenándolo de contenido hasta concluir que la Soberanía Alimentaria es  un principio de vida que se sostiene, se defiende y no se negocia.  



La Soberanía Alimentaria comprende  nuestro derecho a la tierra y los territorios, al agua,  a nuestras semillas y nuestro ganado, a los bienes naturales,  a nuestras formas culturales de producir y cuidarlos. 



La soberanía alimentaria da prioridad a las economías  y a los mercados locales y nacionales para asegurar que nuestro trabajo sea compensado de manera justa y nos permita vivir dignamente.  



La soberanía alimentaría exige nuevas relaciones sociales libres de opresión y desigualdades, y la libertad para ejercer nuestro trabajo,  para vivir dignamente y permitir la vida digna del resto de la humanidad. 



Luchamos por dejar detrás todos los prejuicios discriminatorios y sexistas para avanzar hacia una nueva visión del mundo, construida sobre los principios de respeto, de igualdad, de justicia, de solidaridad, de paz y de libertad. Asumimos que la lucha por erradicar la violencia en el campo y en particular la violencia que sufren las mujeres y  la igualdad entre los sexos es primordial. Ya no queremos soportar la opresión de sociedades tradicionales, ni de las sociedades modernas, que sostienen los sistemas patriarcales.



Esperamos de este encuentro herramientas importantes para avanzar en nuestras luchas y en la solidaridad entre todas las luchas populares: quisiéramos que este diálogo permita sensibilizar a los miembros de los movimientos populares y de la Iglesia Católica frente a los problemas específicos que enfrentamos. 



Buscamos esto convencidas y convencidos que la permanencia de la agricultura campesina y de los pueblos indígenas, junto a las otras formas populares de pesca, recolección, crianza animal y caza son la única garantía real de acabar con el hambre, la mala alimentación y el deterioro ambiental tanto en el campo con la ciudad.



El año que está terminando fue declarado por Naciones Unidas como el Año Internacional de la Agricultura Familiar. La organizaciones del campo abogamos por  que a esta definición había que ponerle nombre y apellido, por tanto  lo declaramos el Año Internacional de la Agricultura Familiar Campesina e Indígena.



Pero también señalamos que frente a la situación en que se desenvuelve nuestra agricultura, no bastaba un año, pues no sólo vivimos y nos desarrollamos de halagos, reconocimientos vacíos  o de buenas intenciones. Lo que requerimos son políticas públicas basadas en el bien común y en el buen vivir de la gente. 



Requerimos pueblos soberanos para garantizar Soberanía Alimentaria a la humanidad. La alimentación no puede ni debe ser un negocio; es un derecho humano que los Estados deben garantizar y por tanto deben proteger sus agriculturas y a quienes continuamos en esta sagrada labor de producir los alimentos para los pueblos. Por tanto, aquí se requiere mas de un año para volver las aguas a sus cauces. 



Por eso clamamos ¡Soberanía alimentaria ya!



No podemos continuar  aceptando lo mil millones de hambrientos, ni un millón, ni cien mil,  ni un hambriento mas  en el mundo, como si esto fuera una causa natural. Los pueblos con hambre y que no producen su propia comida son pueblos atrapados en la sobrevivencia,  que no puede pensar y decidir libremente, no pueden ser independientes, no pueden resistir ni proyectarse a futuro, no pueden ser libres ni soberanos. 



Nos parecería importante un pronunciamiento de la Iglesia y los movimientos populares que ponga la defensa de la alimentación y por ende de la agricultura campesina e indígena,  en el centro de las luchas sociales.



No podemos subordinar el bienestar de todas y todos los trabajadores a las pretensiones de acumulación de capital.



Queremos explicar a todas y todos el porqué de nuestras luchas específicas:

Luchamos por una reforma agraria integral y popular, porque sin tierra y sin territorios no somos pueblos, no somos libres ni somos dignos y esta es no solo una lucha de las y los campesinos.
Luchamos por el fin del agronegocio. Creemos que la sociedad debe limitar las pretensiones de lucro cuando eso impide la dignidad humana,  el buen vivir y el cuidado de la naturaleza, poniendo en peligro el futuro de todas y todos.


Por las mismas razones, luchamos por el fin de los tratados de libre comercio en la agricultura.



Luchamos por recuperar y fortalecer nuestras formas de hacer agricultura campesina e indígena de base agroecológica. Solo así podemos asegurar la alimentación para cada persona mientras simultáneamente cuidamos la Madre Tierra y revertimos las causas del calentamiento global. 



Luchamos  por el fin de los cultivos transgénicos en todas sus formas,  porque no aportan al bienestar de nadie, porque desde nuestros saberes tenemos alternativas muy superiores.

Luchamos porque la dignidad, la justicia, la paz, la libertad, el bienestar, el respeto y el aprecio sea para todas y todos, luchamos por la igualdad entre los sexos, que incluye la valorización del papel de las mujeres en la agricultura y la alimentación, su aporte económico al sostenimiento de las familias y en la construcción cultural  y espiritual


Luchamos por poner fin a la violencia doméstica e institucional y por el derecho a la autodeterminación.
Porque no hay vida si no hay futuro, luchamos porque haya condiciones para que nuestros hijos e hijas, nuestros nietos y nietas, sus nietos y nietas, tengan la posibilidad real de permanecer en el campo y saber que tendrán una vida digna para ellas y ellos, y para las futuras generaciones.

Ofrecemos en reciprocidad nuestro esfuerzo y compromiso por comprender en profundidad los problemas  específicos del conjunto de los movimientos sociales, de sus resistencias, y unirnos para impulsar nuestras  luchas  comunes.
Del mismo modo, nos esforzaremos por comprender  las particularidades de las preocupaciones y los compromisos de la Iglesia Católica.
Nos comprometemos a participar en estos días y en el futuro en la búsqueda de tareas y esfuerzos comunes, a desplegar nuestra solidaridad de manera más cotidiana y a juntar fuerzas en la búsqueda de la dignidad, la justicia, la paz y el buen vivir.

¡GLOBALICEMOS LA LUCHA!  ¡GLOBALICEMOS LA ESPERANZA!

lunes, 27 de octubre de 2014

Asturias: Solidaridad con Normalistas de Mexico

Ayotzinapa es un nombre no conocido por acá.
Pero es un referente fuerte en México.
Las "normales rurales" son "escuelas de pobres" donde se forman las futuras maestras y maestros rurales de México, y por ello están en el punto de mira de gobernantes y narcos, y por eso se ha provocado esta masacre atroz, de asesinatos, de desapariciones.. hace un mes en Ayotzinapa-Iguala-Guerrero-México.
 
En rechazo se están produciendo las mayores movilizaciones estudiantiles de la historia de México, y solidaridad internacionalista desde todos los rincones del mundo.
 
Como colegas suyos, como estudiantes de pedagogía en Asturias..
 
el miércoles 29, de 12 a 13 hrs,
se están convocando actividades en la facultad de ciencias de la educación en Oviedo. 
Para conocer algunos detalles de estas matanzas de estudiantes.
Para repudiarlas.
Para mostrar acompañamiento, apoyo, solidaridad con las víctimas.
Para exigir Justicia.
 
¿vendrás?

sábado, 25 de octubre de 2014

"La Unión Europea utiliza la defensa de los derechos humanos con fines espurios" Javier Couso

Por: Sergio León - Madrid, España          Tomado: Público.es

El eurodiputado de Izquierda Unida cuestiona la política comunitaria hacia Colombia y critica la participación del organismo como actor en el proceso de paz mientras siga considerando a las FARC grupo terrorista.


"No nos cansaremos de denunciar el doble rasero que emplea la Unión Europea". Es la declaración de intenciones de Javier Couso. El eurodiputado por Izquierda Unida, dentro de la gran actividad que ha mantenido desde que aterrizara en el hemiciclo comunitario, ha remitido este jueves cuatro preguntas a Federica Mogherini, la nueva Alta Representante para la Política Exterior y la Seguridad, en las que cuestiona la política de la UE hacia Colombia, uno de los países americanos con mayores violaciones de los derechos humanos. 
El también vicepresidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Eurocámara explica, en declaraciones a Público, que sus últimas interpelaciones parlamentarias tienen que ver con las denuncias que él y su grupo pretenden protagonizar contra la impunidad de actos que, incluso, están siendo investigados por posibles delitos contra la humanidad. En el caso colombiano, Couso ve un claro reflejo de un escenario donde no se ha hecho todo lo posible para "depurar responsabilidades".
Se refiere a un país, inmerso en un proceso de paz entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), donde los asesinatos y las desapariciones forzosas están a la orden del día. "Pretendemos manifestar nuestro rechazo a la firmeza con la que la UE actúa contra los que considera sus enemigos y la manga ancha que utiliza en algunos casos, Esa doble vara de medir y la utilización de la defensa de los derechos humanos con fines espurios", dice Couso a este diario.
Sólo entre 2002 y 2008, se produjeron en Colombia 3.345 ejecuciones extrajudicialesdurante el Gobierno de Álvaro Uribe, según datos de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) y reconocidos por la propia fiscalía colombiana. Son los llamados falsos positivos, los asesinatos de campesinos presentados como guerrilleros de las FARC y por los que el expresidente colombiano está siendo siendo investigado por la Corte Penal Internacional.
En una de sus preguntas, Couso pregunta a la italiana Mogherini cómo pretende asegurar el bloque comunitario que dirigentes colombianos con acusaciones vigentes no entren a formar parte de las operaciones de gestión de crisis de la UE tanto en el campo civil como en el militar después del acuerdo marco alcanzado entre el organismo y el país americano. "Si la Unión Europea invita Colombia a participar en dichas operaciones, ¿no debería tener una responsabilidad de investigación y sanción de si así fuera necesario?", cuestiona el eurodiputado.
En otra de sus interpelaciones, Couso se hace eco de la preocupación de diversas organizaciones internacionales ante "las amenazas y agresiones" contra los defensores de los derechos humanos en Colombia y "reclamantes de tierra". En concreto, menciona los casos del abogado Jorge Molano y de la Corporación Sembrar, "que llevan algunos de los casos más emblemáticos del país" relacionados con desapariciones forzosas. Tras el relato de la pérdida de protección que sufren por parte de las autoridades colombianas, se pregunta si la diplomacia europea "mostrará públicamente su preocupación ante esta grave situación y solicitará la implementación de las medidas de protección correspondientes".
Couso recuerda que, a pesar del cambio de Gobierno, las denuncias de violaciones de derechos humanos se siguen sucediendo con el Ejecutivo de Juan Manuel Santos, al que concede que, por lo menos, haya tenido la voluntad de impulsar el proceso de paz. Sobre ello, el europarlamentario critica la posible intervención que haga la UE en las negociaciones. A su juicio, el papel del organismo es "limitado" mientras siga considerando a las FARC grupo terrorista, ya que, considera, en vez de mero actor pasaría a ser "parte" en el proceso.
La cifra de personas cuyo rastro se ha perdido en Colombia durante las últimas décadas asciende a 51.000, según un estudio del Grupo de Trabajo para América Latina y la Oficina para Colombia de EEUU. Más de la mitad han sido víctimas de desapariciones forzosas cometidas por guerrillas, paramilitares o miembros de los cuerpos de seguridad, cifras que colocan a Colombia a la cabeza de este tipo de crímenes en todo el mundo, incluso por delante de las terribles dictaduras chilena y argentina de los años 70 y 80. 
Los falsos positivos por los que Uribe está en el punto de mira son sólo una pequeña muestra de los 32.000 desaparecidos que existían en Colombia cuando abandonó el cargo en agosto de 2010. Los asesinatos de civiles usados para inflar los buenos resultados falsamente obtenidos en la guerra del Ejército contra las guerrillas vienen de lejos. De hecho, EEUU sabía de su existencia desde 1990. Será muy difícil que el expresidente sea formalmente juzgado, pero ante ello, Couso insta a seguir trabajando para que, aunque sea por una vez, no triunfen "los amantes de la guerra".

viernes, 24 de octubre de 2014

FARC-EP: Son decisiones que no dan más espera, Santos

Por: Timoleón Jiménez

A raíz del escándalo que han querido armar con el viaje de Timoshenko a Cuba en desarrollo del proceso de paz que se adelanta en La Habana, uno de los tantos columnistas dedicados profesionalmente a denigrar de las FARC, aventuraba la semana pasada que nosotros debíamos estar felices, pues habíamos puesto a todo el país a pelear entre sí, mientras continuábamos obteniendo interesados provechos de la existencia de la Mesa de Conversaciones.

De consideraciones de ese tipo están repletas las páginas de la gran prensa reaccionaria desde hace más de treinta años, cuando el Presidente Belisario Betancur abrió el proceso de paz que no termina aún con satisfacciones para Colombia. Todavía resuena en la memoria de muchos la razón esgrimida por el doctor Otto Morales Benítez al renunciar a su cargo de comisionado de paz del doctor Betancur. La paz contaba con muchísimos enemigos agazapados.


Eso sigue siendo completamente cierto. Y los debates, diatribas y denuncias elevados contra el Presidente Santos lo confirman plenamente. El desespero por arruinar los diálogos de La Habana es enorme. El Presidente Santos debe saber algo que no se ha atrevido a decir, con relación a su intención de ensayar la vía política con la insurgencia. De otra manera no se entiende por qué su empecinada condescendencia con los que se le oponen frontalmente.


Hoy está suficientemente claro para el país y el mundo, que el Presidente Uribe gestionó varios contactos con las FARC-EP con miras a entablar conversaciones de paz. Incluso Daniel Coronel reveló movimientos secretos de fondos encaminados a facilitar esos contactos, cosa de la que ni en esos días ni hasta ahora tuvimos nosotros la menor idea. Personajes entonces de su cuerda, como Frank Pearl y otros, en esa época y en esta, han actuado en gestiones de paz.


Así que uno creería que no deberían existir razones ni para los recelos de Santos ni para las rabiosas actitudes adoptadas por los áulicos del doctor Uribe. No parece descabellado pensar que así como el señor Procurador General de la Nación hila delgado para afinar argumentos jurídicos contra las decisiones políticas del Presidente Santos, él mismo o cualquiera otra autoridad competente podría fácilmente tejerlas contra el Presidente Uribe y los suyos.


La vía del diálogo, de las conversaciones para solucionar pacíficamente un conflicto armado, trátese de Colombia o de cualquier otro lugar, pasa necesariamente por el reconocimiento de la existencia del adversario y las aproximaciones a él. Por la creación de condiciones que hagan materialmente posible el intercambio de posiciones. Muy al contrario de nuestro planteamiento, el gobierno de Santos excluyó el territorio nacional como escenario. Y hubo que aceptar.


Sobre la base de que unas conversaciones a más de dos mil kilómetros del país y con un océano de por medio exigirían determinados mecanismos para su viabilidad. Creemos recordar que en algún momento el propio Uribe promovió denunciar a Andrés Pastrana por cuenta de sus aproximaciones de paz con el camarada Manuel Marulanda en los tiempos del Caguán. Está visto que el odio puede inspirar los mayores absurdos. Las propias circunstancias imponen ciertos requerimientos.


Santanderismos y leguleyadas se caen por su propio peso cuando lo que se encuentra de por medio es el bien supremo de la paz, un derecho síntesis de los pueblos que no les puede ser arrebatado bajo ninguna consideración. Por eso apoyamos todas las decisiones del Presidente Santos cuando quiera que se atreve a dar pasos en contra de condenar a Colombia al destino fatal de una guerra sin fin. Y creemos que todos los colombianos de buena voluntad deben hacerlo.


Y por eso demandamos de él un compromiso más decidido con el proceso de paz de La Habana. En sus comienzos lo vimos francamente vergonzante, con desgano, con tibios deseos de defender lo que se adelantaba en la Mesa. Pero la posibilidad de la reelección pareció haberlo decidido al fin a defender abiertamente lo que hacía. Por eso ganó, porque obtuvo el respaldo del enorme caudal de compatriotas que sueña con una Colombia en paz para sus hijos.


Ahora lo vemos  desmedidamente emocionado a veces. Considerando todo ya de un cacho, dando por sentado que el Acuerdo Final es un hecho. Aún sabiendo que están de por medio discusiones muy serias, temas álgidos que lo pondrán en la disyuntiva definitiva de elegir entre la paz para toda la nación o la confrontación para la satisfacción de unos cuantos. Aun así nos gusta más ese Santos, comprometido públicamente con su proceso, chocando de frente con sus enemigos.


Promocionando lo que llaman el post conflicto. Buscando apoyo exterior político y financiero para ello. Lo cual es bueno, pero a todas vistas insuficiente. Resulta muy difícil entender cómo puede presentarse como adalid de la reconciliación, un Presidente que rechaza concertar un cese el fuego que detendría el desangre de los hijos de su patria. Y además solo, sin la compañía de voceros de la insurgencia que generarían a su lado la credibilidad necesaria en un acuerdo.


Que además conocemos mejor que nadie la real situación de las zonas abandonadas por el Estado en Colombia, en cuya rehabilitación en justicia estaríamos llamados a jugar, en conjunto con las comunidades, un papel importante. Pero se insiste por parte del gobierno nacional en escalonar y acelerar la confrontación en todo el país, con su secuela de muerte y horrores. Y se nos sigue negando con énfasis la posibilidad de la menor actuación política interna o externa.


El problema no está en que el señor Uribe y el resto de la caverna se pongan bravos frente a la posibilidad de avanzar camino hacia la paz. Ellos han estado bravos y haciendo la guerra siempre. La cuestión no es temer a sus reacciones, sino hacer a un lado y aislar sus posiciones extremas. Y para ello es necesario romper definitivamente con ellos. Pese a haberse reelegido con la bandera de la paz, venciéndolos en las urnas, el Presidente continúa siendo vacilante.


Y por eso comienza a ahondarse más el interrogante del por qué esa actitud dubitativa. En el caso nuestro tenemos nuestras propias dificultades, que no esquivamos, sino que afrontamos con la convicción absoluta en lo que estamos haciendo. Hay gente, incluso de la que se hace llamar de izquierda, afirmando provocadoramente que lo acordado en los tres puntos hasta hoy, constituye una traición y una renuncia a nuestras banderas de lucha. Eso no nos impide seguir adelante.


Estamos seguros de que la firma de un armisticio que ponga fin a los enfrentamientos armados sería un paso gigantesco en la construcción de la paz en Colombia. Y un mensaje inequívoco al mundo de que cuanto se habla de las posibilidades de un post conflicto se está expresando con suficiente propiedad. Mucho más si lo proclamáramos conjuntamente las dos partes. Son decisiones que no dan más espera, Santos. Que harían creer a todos en el proceso de paz.


Timoleón Jiménez


Comandante del Estado Mayor Central de las FARC-EP


Montañas de Colombia, 20 de octubre de 2014

lunes, 20 de octubre de 2014

DIA DEL SINDICALISTA ASESINADO-A EN COLOMBIA

Por: Colectivo de colombianos-as refugiados en Asturias.


20 de octubre, se cumplen 16 años del asesinato en Bogotá de nuestro compañero JORGE ORTEGA GARCIA, Vicepresidente de la Central Unitaria de Trabajadores CUT. En su nombre y en el de tres mil compañeros-as más esa fecha es la del Sindicalista Asesinado.
Jorge fue ejemplar en su lucha y resuelta oposición a las políticas neoliberales que llenan a nuestro país de contratos basura, miseria, destrucción ambiental,  violencia y corrupción.  Su labor como sindicalista pretendía la justicia social, la equidad, la soberanía nacional y la dignidad de la gente que trabaja, pisoteada por sectores del empresariado  incluidas las transnacionales y por el propio estado.
Durante este año han sido asesinados 36 sindicalistas, muchos-as han sido amenazados de muerte, algunos-as han logrado salir con vida de atentados, cuatro estamos temporalmente refugiados en Asturias. Nuestra tierra sigue siendo el país más peligroso del mundo para la actividad sindical, y para el ejercicio del derecho de asociación, la protesta y la lucha social.
En medio de la crisis de los derechos humanos exigimos la paz justicia social. Persistimos a pesar de las persecuciones y apoyamos los diálogos entre el gobierno de Juan Manuel Santos, las FARC y el ELN.
Las amenazas contra dirigentes sindicales y afiliados de la CUT arrecian, como se evidenció el 10 de septiembre pasado cuando los grupos paramilitares declararon objetivo militar a 91 personas entre ellas dirigentes de:
 SINTRACARBÓN (carbón que llega a Asturias por El Musel),  SINALTRAINAL (industria de alimentos, de este sindicato era LUCIANO ROMERO MOLINA, acogido por Asturias en el 2004 y asesinado en el 2005),  CUT Subdirectiva Guajira (zona de carbón), SINTRAMIENERGETICA  (obreros del sector minero-energético),  SINTRAUNICOL (trabajadores y profesores-as de universidades públicas), SINDESENA (profesores-as de formación técnica en centros públicos), FECODE (maestros-as de escuela pública, uno de sus dirigentes volvió refugiado a Asturias tras sobrevivir a un atentado hace cinco meses),SINTRABECOLICAS (trabajadores-as de las fábricas de licor, de este sindicato era dirigente HENRY RAMIREZ DAZA, acogido por Asturias en el 2003 y asesinado en el 2010), SINTRAIMAGRA (trabajadores-as de industrias de aceites y grasas vegetales, uno de sus dirigentes está refugiado en Asturias),ANTHOC Valle y SINTRAHOSPICLINICAS  (personal médico y de enfermería en clínicas y hospitales), SINTRAEMCALI ( trabajadores-as de las empresas públicas de Cali), SINTRAINAGRO (obreros-as de las plantaciones), SINALTRACAMPO (campesinos-as y jornaleros del Valle), FENSUAGRO (campesinos-as y proletariado rural, uno de sus dirigentes está refugiado en Asturias), SINPROSEG (escoltas de sindicalistas y defensores-as), USO (obreros del petróleo),SNTT (trabajadores el transporte, uno de ellos está refugiado en Asturias).
Queremos visibilizar la persecución sistemática. Llamamos a la solidaridad internacional y pedimos a la Corte Penal Internacional que agilice las investigaciones sobre el genocidio sindical en Colombia, país donde se siguen cometiendo con impunidad crímenes de lesa humanidad como los de Jorge Ortega,  Luciano Romero y Henry Ramírez Daza.
Exigimos de la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos en Colombia que incida de manera eficaz sobre el gobierno colombiano para que cumpla las recomendaciones en materia de derechos humanos,  respete y otorgue  garantías para el ejercicio de la actividad sindical.

Compañero JORTE ORTEGA GARCIA, Compañeros LUCIANO ROMERO MOLINA, HENRY RAMÍREZ DAZA y TRES MIL  SINDICALISTAS  MÁS ASESINADOS EN COLOMBIA ¡¡¡ PRESENTES¡¡¡

Javier Orozco Peñaranda, Coordinador programa asturiano de derechos humanos
Luis Plaza Vélez, Secretario General de CUT seccional Bolívar
Félix Barrios García, Ejecutivo de CUT Seccional Bolívar
Misael Portuguez, Vicepresidente de SINTRAIMAGRA
Jimmy Ortíz Gutiérrez, Secretario General de SINPEAGRICUN-FENSUAGRO
Fabián Montenegro Pardo, Comité de Solidaridad con presos Políticos Seccional Tolima


jueves, 16 de octubre de 2014

16 de Octubre- Día de Acción Global por la Soberanía Alimentaria en contra las corporaciones transnacionales


POR: CLOC - VÍA CAMPESINA
La soberanía alimentaria es el derecho de los pueblos a producir y a comer alimentos sanos. La alimentación no puede reducirse a una mercancía de las corporaciones transnacionales.
El movimiento Campesino Internacional La Vía Campesina hace un llamado a sus organizaciones en todo el mundo, al pueblo organizado, aliados y consumidores conscientes a la Jornada de Acción Global por la Soberanía Alimentaria de los Pueblos en contra de las transnacionales, este 16 de Octubre de 2014.
La Vía Campesina realiza esta jornada de solidaridad, resistencia y movilización cada año con el fin de dar a conocer a la sociedad civil el riesgo al que se enfrenta hoy la Soberanía Alimentaria de los Pueblos, por lo cual consideramos importante e imprescindible fortalecer la alianza con la clase trabajadora del campo y de ciudad, pues el derecho humano a la alimentación no solo debe cuidar del acceso, sino que debe garantizar una alimentación saludable, sana y culturalmente apropiada para los pueblos.
En 1996 en Roma La Vía Campesina planteó la Soberanía Alimentaria como el derecho de los pueblos de diseñar sus propias políticas agroalimentarias que favorecen la producción y distribución campesina a nivel local y que permiten abastecer las demandas de la población.
Hoy las empresas transnacionales del agronegocio mediante una triple alianza entre estados, bancos y medios de comunicación publicitan ampliamente el modelo de la agricultura extensiva argumentando que es altamente productiva y que puede acabar con la crisis alimentaria. Pero la realidad muestra que en este momento más de mil millones de personas en el mundo sufren hambre y desnutrición mientras que las corporaciones transnacionales siguen especulando con la alimentación pues su único objetivo es lucrar.
El agronegocio expulsa millones de campesinas y campesinos de sus territorios, generando un campo sin agricultores y concentrando los bienes naturales como el agua, la tierra y destruyendo la biodiversidad.
Asimismo, empresas como Monsanto, Cargill, Bunge, Dupont,AMD, entre otras monopolizan y acaparan el comercio de granos y semillas, criminalizando esta práctica ancestral de conservar, cuidar e intercambiar semillas. El agronegocio incentiva al uso indiscriminado de agrotóxicos, degradando los suelos, atentando contra la vida de las y los campesinos, y de los consumidores de las ciudades.
Las campesinas y campesinos de La Vía Campesina en esta Jornada de Acción Global del próximo 16 de Octubre ratificamos la urgencia de la Reforma Agraria Integral como un mecanismo para conquistar la Soberanía Alimentaria y afirmamos la producción agroecológica como práctica alternativa y coherente con nuestro proyecto campesino, que además mitiga los efectos del cambio climático y enfría el planeta.
Por lo tanto, en este 16 de Octubre - Día de Acción Global por la Soberanía Alimentaria contra las Corporaciones Transnacionales - nos movilizamos, tomaremos tierras, haremos foros, realizaremos ferias agroecológicas, ocuparemos las calles de los pueblos y las ciudades y alzaremos nuestra voz en resistencia contra el acaparamiento de la tierra, contra del uso de agrotóxicos y semillas transgénicas, por una Reforma Agraria Integral y por la Soberanía Alimentaria como una transformación radical hacia un sistema alimentario socialmente justo y digno para los pueblos del mundo.
Soberanía Alimentaria YA!

lunes, 13 de octubre de 2014

Presentación del X Informe de la Delegación Asturiana-Irlandesa de Verificación del estado de los Derechos Humanos en Colombia 2014

Por: Jimmy Ortiz
Secretario General
Sindicato de Pequeños Agricultores de Cundinamarca 
Filial FENSUAGRO-CUT-FSM-CLOC-VÍA CAMPESINA
Refugiado en Asturias



El pasado  9 de octubre, en la Ciudad de Madrid, España, el colectivo de Colombianos Refugiados en Asturias, hizo presencia en la presentación del  X Informe de la Delegación Asturiana-Irlandesa de Verificación del estado de los Derechos Humanos en Colombia 2014.

Con un día lluvioso, pero con grandes expectativas,  hacia las 12 horas se presentó el informe ante el alcalde, la prensa y algunas autoridades del ayuntamiento de Rivas, quienes ofrecen su apoyo y solidaridad con el proceso de derechos humanos.

Sobre las 16 horas fuimos recibidos por senadores  del Partido Popular, quienes anuncian la posibilidad de establecer vínculos con el tema de derechos humanos en Colombia y a su vez, la duda, si todas las denuncias estaban puestas donde correspondían, ya que comprendieron y se interesaron por las denuncias hechas sobre los abusos del gobierno y las multinacionales, donde en los tratados comerciales se comprometen a respetar los derechos humanos y es algo totalmente diferente y catastróficas las violaciones que se cometen en Colombia, al igual con presencia del senador del PSOE,  escucharon el informe y la situación de derechos humanos de Colombia, "Que mal sabor me deja escuchar esto, no es la imagen que tenía de Colombia, en estos momentos me choca que se hable de democracia, esto no es democracia, es una cosa totalmente distinta, me preocupa el papel de la multinacionales" agregó el senador del PSOE.

Sobre las 16 horas el colectivo se hizo presente en el Colegio General de la Abogacía de Madrid, donde Javier Orozco, coordinador del Programa asturiano de Derechos Humanos y miembro del Colectivo de Refugiados Colombianos en Asturias Luciano Romero Molina, presenta el Informe.  y Enrique Santiago, de la Plataforma Justicia por Colombia, habla sobre el Proceso de Paz.





Asturias, España 13 de octubre de 2014